A continuación algunas de las reglas de oro del éxito social, que facilitan enormemente las relaciones interpersonales positivas y de aceptación. Verás que son cuestiones que tienen mucho que ver con
la educación y la convivencia social:

exito social


1. Sonríe. Te sorprenderá lo mucho que se consigue y la actitud tan positiva que se genera, simplemente, por dedicar una sonrisa a tu interlocutor.

2. Sé puntual. Llegar tarde es una falta de respeto para con la persona que te espera, es presuponer que su tiempo es menos importante que el tuyo. 

3. Cumple tus promesas y tus compromisos. Y si no vas a cumplirlos, no los hagas. Tal vez tu no recuerdes lo que prometiste, pero las personas a quienes lo hiciste, si. Ten presente que no cumplir tus promesas, merma de forma irreparable tu credibilidad.



4. Cuida tus gestos: además de sonreír, hay que procurar no tensar los rasgos de la cara (los labios tensos, los dientes apretados y la mandíbula rígida producen rechazo). En general hay que procurar mantener posturas corporales abiertas (mostrar las palmas de las manos, avanzar el pecho…) en lugar de cerradas (brazos o piernas cruzadas, mirada al suelo o al infinito…). Esto es la comunicación no verbal, algo que es muy difícil controlar, pero cuya interpretación por parte de tu interlocutor es automática. Es recomendable mirar a los ojos de la persona con la que se habla, porque transmite credibilidad.

“El estilo de una persona no tiene que ver con la ropa, sino con la educación y la amabilidad con la que trata a los demás” 
(David Delfín,  deseador de moda)

5. Deja hablar y escucha con atención: tratando de entender cómo se siente y de qué manera puedes ayudar a tu interlocutor. Dice Marie Louise Pierson, autora de La Imagen Personal, que “Ser escuchado es existir. Escuchar es seducir”. No hay nada más aburrido y que produzca más rechazo que una persona que no deja hablar a los demás, y cuándo éstos finalmente pueden hacerlo, no les escucha o muestra gestos de aburrimiento o desinterés. Evita este comportamiento.

6. No des consejos (si no te los piden), ni digas a nadie lo que  tiene que hacer. Eso coloca a la otra persona en una situación de inferioridad que puede resultarle muy desagradable.

7. Sé auténtico: muéstrate como eres. Recuerda que la no coherencia entre lo que dices, cómo lo dices y tus gestos (tu comunicación no verbal), es causa suficiente para generar desconfianza. 

8. Brinda siempre un trato amable y cortés. Cuida los detalles en tu trato con los demás. Saluda al llegar a los sitios y despídete cuando te vayas. Utiliza las palabras “gracias” y “por favor”…

9. Muestra tolerancia: Un modo de ganar simpatías es aceptar a cada persona como es, sin prejuicios. Es tambien una cuestión de respeto. Si no estás de acuerdo en algo, exprésalo, pero con
corrección.

10. Haz gala de tu simpatía y buen humor. El buen humor  funciona como un imán en las relaciones personales. Pero es importante no abusar de él y que no sea una actitud claramente forzada. No intentes hacerte el simpático de forma artificial. La empatía es una capacidad a desarrollar, pero no una estrategia ni una técnica comercial.


Ideas desarrolladas por Miriam Rius.
Más en: www.reinventatunegocio.com

Las Reglas del Éxito Social.

A continuación algunas de las reglas de oro del éxito social, que facilitan enormemente las relaciones interpersonales positivas y de aceptación. Verás que son cuestiones que tienen mucho que ver con
la educación y la convivencia social:

exito social


1. Sonríe. Te sorprenderá lo mucho que se consigue y la actitud tan positiva que se genera, simplemente, por dedicar una sonrisa a tu interlocutor.

2. Sé puntual. Llegar tarde es una falta de respeto para con la persona que te espera, es presuponer que su tiempo es menos importante que el tuyo. 

3. Cumple tus promesas y tus compromisos. Y si no vas a cumplirlos, no los hagas. Tal vez tu no recuerdes lo que prometiste, pero las personas a quienes lo hiciste, si. Ten presente que no cumplir tus promesas, merma de forma irreparable tu credibilidad.



4. Cuida tus gestos: además de sonreír, hay que procurar no tensar los rasgos de la cara (los labios tensos, los dientes apretados y la mandíbula rígida producen rechazo). En general hay que procurar mantener posturas corporales abiertas (mostrar las palmas de las manos, avanzar el pecho…) en lugar de cerradas (brazos o piernas cruzadas, mirada al suelo o al infinito…). Esto es la comunicación no verbal, algo que es muy difícil controlar, pero cuya interpretación por parte de tu interlocutor es automática. Es recomendable mirar a los ojos de la persona con la que se habla, porque transmite credibilidad.

“El estilo de una persona no tiene que ver con la ropa, sino con la educación y la amabilidad con la que trata a los demás” 
(David Delfín,  deseador de moda)

5. Deja hablar y escucha con atención: tratando de entender cómo se siente y de qué manera puedes ayudar a tu interlocutor. Dice Marie Louise Pierson, autora de La Imagen Personal, que “Ser escuchado es existir. Escuchar es seducir”. No hay nada más aburrido y que produzca más rechazo que una persona que no deja hablar a los demás, y cuándo éstos finalmente pueden hacerlo, no les escucha o muestra gestos de aburrimiento o desinterés. Evita este comportamiento.

6. No des consejos (si no te los piden), ni digas a nadie lo que  tiene que hacer. Eso coloca a la otra persona en una situación de inferioridad que puede resultarle muy desagradable.

7. Sé auténtico: muéstrate como eres. Recuerda que la no coherencia entre lo que dices, cómo lo dices y tus gestos (tu comunicación no verbal), es causa suficiente para generar desconfianza. 

8. Brinda siempre un trato amable y cortés. Cuida los detalles en tu trato con los demás. Saluda al llegar a los sitios y despídete cuando te vayas. Utiliza las palabras “gracias” y “por favor”…

9. Muestra tolerancia: Un modo de ganar simpatías es aceptar a cada persona como es, sin prejuicios. Es tambien una cuestión de respeto. Si no estás de acuerdo en algo, exprésalo, pero con
corrección.

10. Haz gala de tu simpatía y buen humor. El buen humor  funciona como un imán en las relaciones personales. Pero es importante no abusar de él y que no sea una actitud claramente forzada. No intentes hacerte el simpático de forma artificial. La empatía es una capacidad a desarrollar, pero no una estrategia ni una técnica comercial.


Ideas desarrolladas por Miriam Rius.
Más en: www.reinventatunegocio.com